De las mechas californianas al dip dye pasando por el ombré hair...Evolución de una tendencia

Hay tendencias que vienen para complicarnos la vida y otras que consiguen hacérnosla infinitamente más fácil. El reinado de las melenas rubias, que obligaba a las morenas naturales a teñir sus raíces sin cesar, dio paso hace tiempo a las mechas californianas, una tendencia fácil de llevar que ha arrasado de la mano de embajadoras como Giselle Bundchen o Sarah Jessica Parker.

 El efecto de puntas aclaradas con reflejos de sol caló hace ya dos veranos, y muchos pensaron que con el fin del primero de ellos la tendencia moriría, pero nada más lejos de la realidad. Las californianas no sólo han seguido estando entre los servicios más demandados en las peluquerías, sino que han evolucionado hacia una tendencia cada vez más marcada que los fashionistas han bautizado como ombré hair. Cada vez más morenas se han ido subiendo al carro de las raíces oscuras y las puntas claras, al tiempo que las rubias han oscurecido aún más sus raíces. El ombré hair ha dado lugar a degradados y combinaciones que si bien ya no conservan la esencia ni el color dorado de las mechas californianas originales, han dado resultados igualmente favorecedores y copiables, como es el caso de Kate  Beckinsale o Miley Cyrus.

Mila Kunis ha optado por un efecto extremadamente discreto, pero que aporta luz, volumen y matices a una melena que pecaría de sosa en versión monocolor. Ella es la prueba de que se puede llevar muy bien esta tendencia siendo morena y sin caer en las puntas descaradamente rubias.

Y hemos dejado para el final la versión más extremada y transgresora a la que ha terminado dando lugar esta evolución: el dip dye. No es nuestra favorita, pero no nos queda más remedio que nombrarla. Frente a la sutileza y los trabajos de degradado de las tendencias anteriores, nos encontramos con una oda al contraste total entre raíces y puntas, y ya no sólo en el binomio raíz oscura - puntas claras, sino también al revés, como demuestran Drew Barrymore y Beyoncé (hay que reconocer que la opción de la segunda queda infinitamente mejor).

La última aportación a esta tendencia ha sido la inclusión de colores flúor y pastel en el degradado, dando lugar a looks de reminiscencias punk como el que lució recientemente Kate Bosworth, o a melenas teñidas con todos los colores del arcoiris que nos negamos a publicar por el bien de vuestra salud mental...

Suponemos que el dip dye es el principio del fin, una última vuelta de tuerca a un estilo que quizás ya ha llegado a su punto de saturación y no puede evolucionar más allá. Lo que sí es seguro es que las tres tendencias que hemos desgranado aquí seguirán viéndose mucho este verano, ¿qué vendrá después? Sea lo que sea, desde Paz Ortega Estilistas os lo seguiremos contando.

¿Y vosotras, os habéis apuntado ya a alguna de estas tendencias?¿Cuál es vuestra favorita?



Fotos: Glamour UK